ENFERMEDADES DE LAS CASAS

    Dice la abuela que las casas están vivas, tienen un espíritu; si el espíritu sufre, las casas sufren y por ende, quienes allí habiten, sentirán el mal, que puede manifestarse como pobreza, los problemas, el desamor, las pérdidas y las malas energías.

    Las discusiones, son la maldad.

    Una pelea atraerá el mal.

    La casa llora llenándose de humedad y las cosas se irán a complicar.

    Según la abuela, cuando se presentan situaciones criticas, la casa se infesta de energías negativas, las cuales actúan sobre sus moradores.

    Es prudente mantener el diálogo, evitando los enfrentamientos.

    Recuerde las señales que anuncian los momentos de caos.

    • Si hay humedad, la casa está llorando; se presentará escasez y enfermedad, continuamente en sus moradores.

    La casa se debe reparar.

    Coloque un espejo grande a la entrada de su casa, de tal manera que quien llegue de visita, en el momento de abrir la puerta, lo primero que vea sea su propio reflejo.

    Dice la abuela, que se debe evitar llorar.

    Si la casa recibe dolor, dolor dará; si hay alegría, abundancia llegará.

    Protector del hogar - ALMA

    ENFERMEDADES DE LAS CASAS

    Dice la abuela que las casas están vivas, tienen un espíritu; si el espíritu sufre, las casas sufren y por ende, quienes allí habiten, sentirán el mal, que puede manifestarse como pobreza, los problemas, el desamor, las pérdidas y las malas energías.

    Las discusiones, son la maldad.

    Una pelea atraerá el mal.

    La casa llora llenándose de humedad y las cosas se irán a complicar.

    Según la abuela, cuando se presentan situaciones criticas, la casa se infesta de energías negativas, las cuales actúan sobre sus moradores.

    Es prudente mantener el diálogo, evitando los enfrentamientos.

    Recuerde las señales que anuncian los momentos de caos.

    • Si hay humedad, la casa está llorando; se presentará escasez y enfermedad, continuamente en sus moradores.

    La casa se debe reparar.

    Coloque un espejo grande a la entrada de su casa, de tal manera que quien llegue de visita, en el momento de abrir la puerta, lo primero que vea sea su propio reflejo.

    Dice la abuela, que se debe evitar llorar.

    Si la casa recibe dolor, dolor dará; si hay alegría, abundancia llegará.

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