La soja texturizada es prácticamente proteínas en estad puro con más de un 50% de este nutriente en su composición y cuya calidad es elevada, comparable con la de la carne, sin grasas y con alto aporte de fibra que puede rondar el 14 a 15%, así como también con un porcentaje de carbohidratos que en promedio es de 30%.
Contine considerable cantidad de calcio, potasio, fósforo, vitaminas del complejo B y sobre todo es destacable su aporte de hierro cercano a los 9 mg por cada 100 gramos, cantidad que supera ampliamente a fuentes de hierro de origen animal.
Debemos hidratar la soja texturizada en agua antes de usarla, para que adopte una consistencia blanda, porosa y fibrosa que resultará muy semejante a la carne y que podemos usar como tal.
Con soja texturizada podemos elaborar desde una salsa boloñesa vegana hasta tacos, chili vegeatiano o incluso, un adobo o salsa para otros platos.
La soja texturizada es prácticamente proteínas en estad puro con más de un 50% de este nutriente en su composición y cuya calidad es elevada, comparable con la de la carne, sin grasas y con alto aporte de fibra que puede rondar el 14 a 15%, así como también con un porcentaje de carbohidratos que en promedio es de 30%.
Contine considerable cantidad de calcio, potasio, fósforo, vitaminas del complejo B y sobre todo es destacable su aporte de hierro cercano a los 9 mg por cada 100 gramos, cantidad que supera ampliamente a fuentes de hierro de origen animal.
Debemos hidratar la soja texturizada en agua antes de usarla, para que adopte una consistencia blanda, porosa y fibrosa que resultará muy semejante a la carne y que podemos usar como tal.
Con soja texturizada podemos elaborar desde una salsa boloñesa vegana hasta tacos, chili vegeatiano o incluso, un adobo o salsa para otros platos.